El príncipe heredero Akishino y la princesa heredera Kiko asistieron a una ceremonia en Estambul para conmemorar los 100 años de relaciones diplomáticas entre Japón y Turquía.
Alrededor de 380 personas, entre ellas ministros turcos y ciudadanos japoneses residentes en Turquía, asistieron a la ceremonia, que se celebró en la ciudad más grande del país.
En la ceremonia, el príncipe heredero reflexionó sobre los esfuerzos de rescate realizados por el pueblo japonés tras el hundimiento del buque de guerra turco Ertugrul frente a la prefectura de Wakayama en 1890, y el envío de un avión por parte del gobierno turco para rescatar a los ciudadanos japoneses aislados en Teherán durante la guerra entre Irán e Irak, describiendo los dos eventos como "prueba de la profunda amistad compartida por ambos países".
“Espero sinceramente que los vínculos entre nuestros dos países se fortalezcan y profundicen aún más”, afirmó.
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